domingo, 9 de octubre de 2022

Monjes y monjas orbanos


 Entre los siglos III y IV aparecen en Egipto las primeras formas de monacato cristiano. La vida separada del mundo buscaba favorecer, desarrollar y mantener una existencia exclusivamente dedicada a la contemplación, renunciando a lo material y orientándose a lo divino. Ya fuera como eremitas, en cartujas o en cenobios los monjes y monjas se apartaban del mundo para sostenerlo a través de la contemplación de lo divino. desde el siglo VI, el monacato se ordenó mediante reglas: benedictinos primero y cistercienses después, pero también capuchinos, dominicos o predicadores y agustinos, entre otros, llevando a identificar el monacato con la vida monástica. 


Sería muy largo hacer un resumen de las etapas por las que pasaron los monasterios hasta llegar al siglo XXI: algunos fueron abandonados; otros absorbidos por el desarrollo metropolitano e incorporados al paisaje urbano; otros se mantuvieron en las pequeñas poblaciones las cuales se habçian generado a su alrededor y algunos otros quedaron en las  montañas legendarias donde fueron establecidos. Hoy en día, los monasterios siguen existiendo y observando las reglas que los originaron; además, son reconocidos como centros de espiritualidad, que cada vez más y más personas buscan para encontrar el silencio, encontrarse a sí mismas y encontrar el sentido de sus vidas. 


Pero en el siglo XXI, sumado a la existencia de la vida monástica, hay una parte del monacato parece haber vuelto a sus orígenes. Se trata de un monacato que ha sabido entender la esencia de aquellos siglos iniciales de la cristiandad al tiempo que lee los signos de los tiempos: son los monjes y monjas urbanas. 


A estos monjes y monjas urbanas no los define una regla; o quizás, podríamos decir que los definen todas las reglas. Porque estos hombres y mujeres viven inmersos en el mundo; no son urbanos por vivir en ciudades, sino por vivir en el orbe, en medio del mundo creado. Estos monjes y monjas orbanos  no responden a un único perfil: algunos tienen pareja e hijos e hijas; otros son solteros y solteras, incluso llegando a mantener un voto no publicado de celibato. Muchos de ellos tienen una profesión como ingenieros, abogados, docentes o simplemente, ya han llegado a la edad de la jubilación; incluso, se encuentran como alumnado en la universidad, empezando una vida con posibilidades inestables y con la única certeza de la confianza en el Absoluto. 


Estos monjes y monjas siguen espiritualidades - linajes - distintos aunque concurrentes en el Absoluto. Nada excluye porque todo es definitorio de la diversidad que les es propia; esta diversidad es escuchada y acogida, porque es la realidad en la que viven. Este orbe diverso, global, caótico e injusto es donde viven, es su hogar; y es, al mismo tiempo, un reto: porque no hay monje orbano ni monja orbana que no quiera ser agente transformador, agente del cambio de la realidad en la que están inmersos: dura,fría, desgarradora, injusta, e inequitativa. 


Si la diversidad les caracteriza, el estilo de vida les identifica: se levantan antes del primer canto de la tórtola para ofrecer su primera contemplación al Absoluto desde la quietud y el silencio, ese silencio tan valioso y nunca suficiente para los que vivimos en el centro de la ciudad. Además, llevan su contemplación al resto del día mediante pequeños touch points que les hacen vibrar: una breve oración, consciencia plena en los alimentos que ingieren, escucha activa a las personas que llegan a ellos, conversaciones espirituales y el compartir, compartir siempre, pero sobre todo, compartir el silencio. 


Estos monjes y monjas son cada vez más, pero aún son pocos. Es un movimiento en crecimiento porque el silencio engancha; el silencio, en palabras de Javier Melloni sj, el silencio es revolucionario y está llamado a ser la verdadera naturaleza del cambio, de la renovación del orbe que habitamos. 


El silencio es un círculo virtuoso infinito, elegido conscientemente escuchando la mediación del Espíritu; el silencio es nadar contra corriente; es vivir la actualidad, vivir en medio de la actualidad sin dejarse arrastrar, sin plegarse a las normas de los mercados. 


En el siglo XXI los muros de los monasterios han sido derrumbados; sus recintos han sido ampliados a la dimensión que ofrece nuestra preciosa Madre Tierra. 


El monacato del siglo XXI ha perdido sus límites físicos, pero ha ganado un Espíritu imparable. 


lunes, 18 de julio de 2022

La vaca, la soja y el fin del modelo


 En las explotaciones de soja brasileñas se han talado más de mil kilómetros cuadrados de selva amazónica durante la última década, a pesar del acuerdo internacionalmente reconocido en la Cumbre del Clima de Glasgow (2021) para proteger la masa tropical. En otros países también tiran árboles al suelo para abrir paso al ganado y los cultivos, pero en ninguno ocurre con la intensidad de Brasil, responsable de un tercio de la deforestación global. Actualmente, el 80% de la deforestación facilita la producción de tres productos: la soja, la carne de vacuno y el aceite de palma.

Siguiendo el estudio de la revista Science, The rotten apples of Brazil’s agrobusiness (17/07/2020), «al menos el 20% de la soja y el 17% de la carne de vacuno importados por la UE proceden de terrenos ilegalmente utilizados según la propia regulación de la UE, ya sea por la deforestación ocasionada o por el uso de fertilizantes químicos o por proceder de cultivos transgénicos». Estos datos no son obstáculo para incrementar la compra de soja, que en el 2019 alcanzó una cifra superior a los 500 millones de euros.

Carne, “yogur”, “nata”, harina, hamburguesas, albóndigas, salchichas, lasaña o incluso biodiesel son algunos de los productos nuevos cuyo ingrediente básico es la soja. En los últimos años la industria está aprovechando la motivación de una parte de la población por cuidarse más para comercializar productos pretendidamente saludables o que contribuyen a la sostenibilidad medioambiental.

No es de extrañar que los cultivos de soja en Brasil se hayan incrementado más de un 40% desde el 2015. Este cultivo se utiliza para crear nuevos productos, entre ellos algunos de textura similar a la carne de vaca o de pollo así como mayoritariamente para continuar alimentando a los propios animales, una vez que se procesa y se convierte en pienso: hasta el 87% de la soja importada por la UE se destina a este uso. Resumiendo: se demanda soja para alimentar a los animales y se demanda soja para crear nuevos productos sustitutivos o complementarios a aquellos de origen animal.

Pero, ¿de dónde sale tanta soja? Brasil se ha posicionado como el país rey de la producción y de la exportación por delante de Estados Unidos, cuya producción depende del clima así como del capítulo que esté viviendo de su guerra comercial con China. China, el otro tercer gran productor, la destina casi por completo para consumo interno, al cual se suma tres cuartas partes de la producción brasileña.

Además, Brasil y la soja comparten podio con Indonesia y Malasia y el aceite de palma, el más consumido en el mundo y que es utilizado como biodiesel y en multitud de productos alimenticios y cosméticos. Indonesia y Malasia también comparten podio con la deforestación: se calcula que la cuarta parte del territorio de las selvas tropicales de esta parte del planeta ha sido deforestado, en los últimos 25 años. Actualmente, la demanda creciente está expandiendo este cultivo hacia diversos países de África, no sin antes dejar una ecodiversidad empobrecida en Indonesia, donde las selvas tropicales han perdido hasta la cuarta parte de su superficie.

No se trata, pues, de sustituir un alimento por otro. No se trata de sustituir la carne de vacuno por la “carne” de soja. Se trata de reducir el consumo y equilibrar la ingesta de alimentos de acuerdo a parámetros sostenibles. Dejar de comer carne es, en la mayoría de los casos, una opción personal. La idea detrás de esta decisión parece ser el cuidado del medio ambiente, la sostenibilidad y, específicamente, el cuidado de los animales. Sin embargo, ¿qué clase de realidad se genera si acompañando la decisión de no comer carne, ésta se sustituye por un consumo excesivo de productos elaborados con soja? Lo único que se estaría consiguiendo es sustituir un exceso por otro, la vaca por la soja, lo cual nos remite a una especie de círculo lampedusiano donde los elementos cambian pero no así la voracidad del ser humano.

El monocultivo masivo de determinados productos, muchos de ellos de reciente introducción, está resultando en la extinción de otros autóctonos y menos demandados pero también afecta a la biodiversidad de la fauna, a las personas que habitan los territorios ahora cultivables, a sus formas de vida -se generan conflictos entre comunidades y algunas personas son obligadas a desplazarse-, a la gestión del agua, a la calidad de la atmósfera y, en definitiva, a la vida del Planeta, a nuestra vida como especie.

El fin del modelo se acerca, lo atacan diversas causas, y detrás de todas ellas está la principal: la voracidad consumista del ser humano. Según WWF, “los ciudadanos europeos somos responsables de más del 10% de la deforestación generada para cultivar en tierras que antes eran bosque”.

El modelo ha de cambiar y sólo será posible si damos un giro de timón en nuestros hábitos de consumo, de manera global y sostenida en el tiempo. Este cambio de consumo presenta diversas dimensiones, entre otras:

  • La cantidad de comida que se compra. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2020 y en España se tiraron a la basura 1.364 millones de kilos de comida, de los cuales el 75% estaban tal y como se compraron.
  • La cantidad de ropa adquirida. Confeccionar unos pantalones de denim supone el empleo de 7500 litros de agua, según el Programa de la ONU para el medio ambiente. Esta cantidad es suficiente para evitar la sed a una persona durante siete años completos. A este dato faltaría añadir el gasto de todo el proceso necesario desde la producción a la recolección del algodón y la consecuente huella de carbono. El mismo informe visibiliza que “el 20% de las aguas residuales del mundo provienen del teñido y el tratamiento de textiles y que el 87% de las fibras que se usan para confeccionar la ropa se incinera o va directo a un vertedero. Y el 60% se desecha antes de que se cumpla un año desde su fabricación”.

El cambio de modelo será y, a este ritmo, llegará más pronto que tarde; de hecho ya se está dando escasez de ciertos productos a los que antes estábamos habituados. De todas nosotras depende sufrir o acompañarlo para crear en paralelo, otro modelo sostenible, menos voraz y en el que quepamos todas. Un modelo en el que la biodiversidad se mantenga, en las selvas tropicales y en el resto de ecosistemas, ya sea el bosque mediterráneo tan asfixiado por los incendios como en los bosques nórdicos amenazados.

No podemos apuntarnos a la moda de no comer carne y cruzarnos de brazos. No va de esto. Va de un giro radical en nuestro consumo: comida y ropa, así como también el uso del agua, del papel que utilizamos, de los dispositivos móviles y de un largo etcétera. Se trata de tomar conciencia de las consecuencias de nuestro consumo y adecuarlo a un modelo nuevo, un modelo de reconciliación con el Planeta, de reconciliación con lo que somos y con nuestro papel de co-creadoras y de guardianas del precioso Planeta que habitamos. 

domingo, 15 de mayo de 2022

Cinquena setmana de Pasqua. Maig 15, 2022


 

Ac 14,21b-27

144,8-13ab (R.: 1)

Ap 21,1-5a

Jn 13,31-33a.34-35


Maig 15, 2022

Cinquena setmana de Pasqua


Avui compleix la cinquena setmana de Pasqua d’un total de set. Aquest temps litúrgic ens recorda que sempre tenim a l’abast la possibilitat de la Transformació. No és només el fet de la Resurrecció sino la transformació necessària de totes les persones per assolir la promesa d’aquesta nova Humanitat que el Crist significa. El fet que siguin set setmanes, en concret el número set, prové de la tradició hebrea i significa un canvi, una elevació espiritual que porta a la Plenitud, paraula amb la mateixa arrel que set en hebreo. Pasqua seria doncs el temps litúrgic que ens recorda que per viure la Resurrecció i materialitzar la promesa d’una nova Humanitat se'ns obre un temps per assolir la Plenitud, representada en aquest set de les setmanes que tenim endavant.


Tenim dos precioses lectures, una del llibre dels Fets i altre del Llibre de l’Apocalipsi. Començarem per aquesta última i l'anomenarem llibre de la Revelació, que és el mateix que el significat grec d’apocalipsi, però aquest canvi ens allunya d’una apreciació tremendista i escatológicament violenta i cruel que algunes pel·lícules i certa literatura han popularitzat. Em quedo, doncs, amb la paraula revelació. Ens diu la Tradició que aquest llibre va ser escrit per Joan, potser Joan l’evangelista. En ocasions no ho entenem bé, s’ens fa farrogós i estrany. Joan segurament pertanyia a la tradició hebrea o, com a mínim, estava molt i molt familiaritzat amb ella. Ell va rebre una revelació - va tenir una trobada amb allò que és Sagrat - que emocionalment el va depassar. I dic emocionalment, perquè analitzant tots els recursos que en Joan fa servir per a describir-la és fàcil entendre que el seu estil cognitiu devia ser basat a les emocions, devia ser sensible i creatiu; i d'aquí que faci servir tal quantitat de metàfores i de símbols de la tradició jueva, com són els vestits, els colors, els números, Jerusalem com a Humanitat i com a núvia de Déu vivint aquesta preciosa relació amorosa. Així descriueix la trobada de Déu amb els homes i com es diu al Deuteronomi Déu serà Déu-que-és-amb-ells, reunió que anomenem amb la paraula הקהל (hakh-el), i que defineix un tipus de reunió, la Reunió de Déu amb tot el seu poble: homes, dones i infants. Aquesta Reunió només es pot materialitzar a l’any setè, quan s'assoleix la maduresa espiritual la qual comentava abans. Ara no voldria continuar el comentari sense visibilitzar aquest testimoni Jo, Joan, vaig veure un cel nou i una terra nova al costat d'aquest altre d’un pelegrí que va explicar que veia totes les coses noves en Crist.


La lectura dels fets dels Apòstols és també molt inspiradora. Tenim a l’ara Sant Pau que abans havia estat Saulo de Tarso. Per fer memòria, recordem que Saulo de Tarso mogut pel seu amor a la Llei había perseguit jueus, convertits en seguidors de Jesús. Després de la revelació rebuda, va destinar tota aquella energia i passió al que avui diriem un nou projecte: transmetre la Paraula i impulsar  comunitats, és a dir, la mateixa passió, la mateixa força, el mateix amor per complir la missió. Observant les accions de sant Pau es diria que el seu estil cognitiu estava molt basat en el què fer, les accions, el projecte en si molt més que en les imatges; i llavors entenem perquè Saulo de Tarso havia de ser descavalgat; bé no sabem amb certesa que caigués del cavall però així es descriu i així va ser si més no, el que ell va sentir, com va rebre la revelació; és fàcil imaginar que si Déu li hagués xiuxiuejat a cau d’orella potser no s’hagués donat ben bé per enterat, fins i tot confonent-se amb el brunzit d'una abella.


Però, què ens diuen aquests dos models de Revelació, aquests dos moments de trobada amb lo Sagrat just ara en aquestes setmanes de Pasqua fins a Pentecosta? Que Ell sempre està disponible per a nosaltres i que es revela de la manera en que ens és més asequible escoltar i acollir la seva Presència. Ens parla de que Ell s’adapta a la nostra capacitat, segons deia abans, segons el nostre estil cognitiu, segons el que podem acollir, el que podem entendre.  


Què necessitem per viure a la seva Presència? escoltar-lo, acollir-lo, estimar-lo. Estimar-lo fins al final o estimant profundament als altres, demostrant aquest amor cap els nostres germans i germanes, els del costat, si, però també els que arriben en pasteres, els que viuen als carrers de les nostres ciutats, i aquells que maten i roben i provoquen guerres perquè són també germans i germanes nostres i cap a ells i elles hem de tenir també compassió. 




Foto de Tara Winstead: https://www.pexels.com/es-es/foto/vacaciones-gente-mujer-escritura-8383647/

martes, 10 de mayo de 2022

Muerte, resurrección, transformación

 


Vivimos un tiempo precioso, reflejado en el tiempo litúrgico, el tiempo de Pascua y, especialmente, las siete semanas, que nos llevarán a Pentecostés, manifestación de la Presencia de Dios en el mundo, al cual nombramos como Espíritu.

Tanto la Cuaresma como el tiempo de Pascua se explican a través de los textos bíblicos. Atendiendo a cada tradición cultural y dependiendo del tiempo en que se transmiten estos textos, el mensaje se incultura para hacerlo fácilmente comprensible a la sensibilidad y contexto de cada época. Adicionalmente, en el segundo testamento, la Muerte, Resurrección y Transformación se narran desde la experiencia cierta de Jesús de Nazaret, hijo del hombre, hijo de Dios y, más que nunca, Palabra encarnada.

Primer TestamentoSegundo TestamentoAproximación
Salida de EgiptoMuerte en la cruzMuerte de las viejas actitudes
Llegada a Canaàn, tierra prometidaResurrección en DiosNacimiento a lo Nuevo
Cuenta del omerSiete semanas del tiempo de PascuaPreparación a la transformación
Recepción de la Palabra en Moisés – la Palabra deviene Ley  (Shavuot)Venida del Espíritu SantoTransformación

Se hace evidente, no sólo la densidad, sino la infinitud de los textos de los que se puede explicar tantas y tantas dimensiones que ahora dejamos a un lado.

La contemplación profunda de cualquiera de los dos textos empuja suavemente a nuestra alma a emprender un camino de cambio que, independientemente del tiempo necesario para recorrerlo, acontece en tres pasos:

  • Aceptar la necesidad de la muerte. Y, por tanto, morir, haciendo un compromiso profundo, más allá de esta vida con la Vida.
  • Situarse en lo Nuevo. Dar un pequeño paso, hacer un suave y sutil movimiento. Sólo desde la verdadera posición de Resurrección, de lo Nuevo, se puede contemplar la muerte sin sufrimiento, dando paso al Agradecimiento.
  • Vivir desde la Transformación, desde un alma nueva rendida al Amor y al Agradecimiento por todo aquello acontecido y que ha de acontecer, acogiéndolo por doloroso que haya podido ser, por doloroso que sea.

Los textos bíblicos nos ofrecen una explicación comprensible a nuestra pequeñez, donde se juega con símbolos, que buscan hacer vibrar nuestra alma para que despierte a una realidad diferente, para que despierten a la Realidad.

Mientras que prestamos atención a la expresión de las medidas temporales -día, semana, año- dejamos de lado la importancia de los números. Los números bíblicos mantienen un secreto más allá de su valor cuantitativo evidente. Así, de las siete semanas, lo importante es, precisamente, el número siete, que expresa el Tiempo -referido a un Tiempo de Dios, no a un tiempo humano- durante el cual volvemos a nosotras mismas, poniendo de manifiesto nuestra fragilidad, pero permitiéndonos volver al ser, reconectando con la grandeza del don de la Creación, de la Vida y los dones personales; al mismo tiempo, nos acercamos a Dios, abandonando el hacer para permitirnos Ser.

Este tiempo entre Pascua y Pentecostés se abre a nuestro paso cada año en el recuerdo que significa el tiempo litúrgico. Pero, en la dimensión personal, sucede sólo, y sucede siempre, después de la Muerte y de la Resurrección, del paso de lo Viejo a lo Nuevo. Es, apenas, un pequeño movimiento generado en el alma por el Espíritu que la llena de Agradecimiento al mismo tiempo que la deja rendida al Amor. Es un pequeño paso transformativo; transformativo porque transforma pero también porque su esencia es la transformación en sí misma.

La aceptación es un paso importante, es un llevarse bien con la realidad que percibimos, es un primer paso necesario. Pero, la verdadera Transformación no está en ella. Reside en una toma de conciencia más profunda, más allá de la aceptación pero a una distancia pequeña, apenas perceptible; darlo produce un efecto inmenso, que permite la entrada a una percepción y conocimiento diferentes, a los cuales llamamos sabiduría.

San Pablo sin duda da testimonio del efecto de su Transformación en una de sus cartas a los corintios al explicar que «Dios ha preparado para los que le aman cosas que nadie ha visto ni oído y ni siquiera pensado. (…) Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos las cosas que Dios en su bondad nos ha dado. Hablamos de estas cosas con palabras que el Espíritu de Dios nos ha enseñado, y no con palabras que hayamos aprendido por nuestra propia sabiduría».

El camino a esta Transformación está en el silencio, en el silencio interior, en el silencio del yo. Individual o comunitaria, la práctica continuada del silencio nos configura y nos vacía del yo para reconocer y acoger el Espíritu, que nos coloca en posición de Resurrección. Desde esta nueva posición, sólo queda ya hacer un pequeño movimiento, suave y sutil, sólo permanece el Agradecimiento, sólo permanece el Amor.


Foto de Tima Miroshnichenko: https://www.pexels.com/es-es/foto/ligero-blanco-y-negro-mujer-silueta-5135112/

jueves, 20 de enero de 2022

Punto de partido en la migración irregular


 El tenista Novak Djokovic ha sido recientemente noticia porque el Gobierno de Australia le ha expulsado del país, al entrar al mismo sin estar vacunado. Uno de los requisitos exigibles para los extranjeros que quieren entrar en Australia es tener acreditada la pauta completa de vacunación. Djokovic no la tenía y, por tanto, ha sido expulsado. Esta razón que se expresa tan fácil y lógicamente tendrá, con seguridad, muchas explicaciones en las tensiones internas de la política australiana y, también con seguridad, diversas visiones según las diferentes corrientes de opinión. El caso es que el deportista o tennis star, como le ha denominado la prensa internacional, estuvo retenido en un hotel durante unos pocos días; posteriormente, se le permitió tener libertad de movimientos, incluido poder entrenar; y, finalmente, fue deportado del país, siendo sancionado con una prohibición de no volver a entrar durante los siguientes tres años.

Hace meses y en este mismo blog, escribía el post «Yo sólo venía a buscarme la vida» . Su base de reflexión era la noticia de una joven española que había entrado en el Reino Unido de manera irregular, retenida en un Centro de Internamiento para Extranjeros y, finalmente, expulsada del territorio británico. La joven expresaba la frustración, el miedo y la incerteza que la sobrecogían en los días de encierro y la injusticia manifiesta que se estaba cometiendo con ella, que era europea y, por tanto, no merecía el internamiento. Explicaba que no era una delincuente, ni una terrorista, sino que quería establecerse en el Reino Unido para ganarse la vida.

En el caso de Novak Djokovic la denuncia desde los entornos cercanos al deportista se manifestaban en la misma línea, acrecentando el tono ya que el tenista pertenece a la élite, en este caso a la élite deportiva, económica y, por tanto, a la élite social. Incluso, desde el  Ministerio de Asuntos Exteriores de Serbia se emitió un comunicado, en el cual trataban de exculparle: «No es un criminal, un terrorista o un inmigrante en situación irregular, pero ha sido tratado de esa forma por las autoridades australianas, lo que ha provocado la indignación de sus aficionados y de ciudadanos de Serbia». Y, así de un plumazo, se alineaban delincuentes y terroristas con inmigrantes en situación irregular.

El próximo día 22 de enero, a las 18 horas se celebra la octava vigilia de oración organizada por la Fundació Migra Studium delante del Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona. Es un acto de protesta contemplativa ante la situación que viven las personas internas. En el CIE están habitualmente retenidas hasta un total de 80 personas, que son inmigrantes en situación irregular. Ellos -hasta ahora sólo son hombres- no son tennis star, su imagen no mueve millones de euros, ni convocan multitudes para verlos practicar un deporte, ni son noticia por lo excepcional de su situación. Tampoco los gobiernos de sus países de origen emiten comunicados para que se respeten sus derechos fundamentales. Pero, también, como Djokovic, están siendo retenidos por haber entrado a un país de manera irregular, esto es, sin cumplir la exigencia administrativa; también, como Djokovic, venían a desarrollar su proyecto vital, aunque el plano económico en el que se mueven sea tan dispar; y, también como Djokovic, ven injusta su situación.

A nivel causal el parecido entre la situación de los internos del CIE de la Zona Franca y, por extensión, de todos los internos e internas de los CIE, y la situación de Djokovic son tan profundamente similares que se igualan en el resultado de sus actuaciones: deportación y sanción adicional. Sin embargo, hay diferencias que importan y que deberían ser tenidas en cuenta para aliviar la situación, en este caso, de los internos del CIE. Ellos carecen de fuentes de ingresos y carecen de formación o de una forma digna y segura de ganarse la vida. En la otra, Djokovic ha tenido educación, tiene recursos económicos suficientes y su imagen es capaz de movilizar a la opinión pública tal como hemos visto en los últimos días.

No se puede penalizar a Djokovic por ser parte de la élite deportiva porque no sería justo: llegar a ser número uno mundial exige una gran fuerza de voluntad, sacrificio y determinación, además de talento. Pero, sí se puede penalizar la falta administrativa, tal y como ha decidido el Gobierno australiano. El único punto de partido que ahora está en juego es decidir si la penalización por la falta administrativa es excesiva y, si lo es, admitir que lo es para todos y todas las que cruzan fronteras.


[Imagen extraída de Wikipedia]